Los Sistemas de UV-C frente al SARS-CoV-2

La luz Ultravioleta C (UV-C) se ha identificado como una de las barreas más importantes para evitar contagios aéreos de SARS-CoV-2. Su acción germicida se ha demostrado eficaz, tanto en superficies como en aire, al deteriorar el ARN del virus e impedir su replicación dentro de nuestras células. El sector de la depuración de agua ya hacía tiempo que trabaja con este tipo de dispositivos con resultados muy satisfactorios y contrastados. El listado de patógenos que podemos desactivar con UV-C es amplio, enfermedades comunes como la gripe podrían paliarse, su estudio ha sido largamente realizado y documentado. Solo hay que determinar la dosis que debemos hacer incidir en el patógeno diana y diseñar un sistema eficiente para desactivarlo.

Parámetros importantes

Pero no todas las lámparas de UV-C son iguales ni adecuadas para ello. Los parámetros más importantes al seleccionar una lámpara UV-C adecuada son las longitudes de onda en las que trabaja, su irradiancia, su flujo radiante y su vida útil. Según estudios llevados a cabo por KEYTER, la especificación de las longitudes de onda de trabajo determinará si es realmente una lámpara germicida, siendo solo la longitud de onda de 254 nm realmente germicida, otras longitudes de onda, aún estando dentro del espectro del UV-C, no lo son e incluso pueden provocarnos daños al generar ozono como producto de la emisión de UV-C. En este caso nos encontraríamos con lámparas trabajando en 185 nm, punto donde se genera ozono, sustancia prohibida en presencia de personas y que, por su carácter fuertemente oxidativo, puede crearnos muy serios problemas en pulmones que, llegado el caso, pueden derivar en enfisema o daños permanentes.
Fig.1: Perfil de Irradiancia (µW/cm²), en plano de emisión, de un juego de 3 lámparas UV-C de 9W
La irradiancia nos determina la potencia incidente de la lámpara por unidad de superficie, concluyente para evaluar los efectos del UV-C sobre los patógenos. Se mide en µW/cm² y junto con la Ecuación de Keitz, o cualquier otro método validado, nos permite determinar el flujo radiante de la lámpara en Watios. Este valor si es realmente importante y los consumidores deben aprender a leerlo, ya que muchas veces se indica que se dispone de sistemas UV-C de determinados Watios, cuando realmente lo que se declara es la potencia eléctrica consumida por las lámparas. Solo el 25-30% de la potencia consumida por una lámpara UV-C es emitida como tal, el resto no es radiación germicida. Un peligroso juego es el confundir estas potencias ya que dan falsas expectativas a los usuarios.
Fig.2: Perfil de Irradiancia (µW/cm²), a 8cm del plano de emisión, de un juego de 3 lámparas UV-C de 9W
Como último parámetro de selección debemos tener en cuenta la vida de la lámpara, ya que al pasar el 60% de la misma, la caída de su capacidad de emisión es muy acusada, encontrándonos con sistemas muy poco eficaces o nulos a nivel de inactivación de patógenos. Es imprescindible conocer este punto de inflexión y cómo evoluciona su efectividad a lo largo del tiempo.

Tratamiento y purificación de aire con Airsanit

El departamento de I+D+i de KEYTER concluyó en sus estudios y pruebas para el diseño de su Unidad de Tratamiento y Purificación de Aire, AirSanit, que el solo hecho de disponer de un sistema UV-C no es garantía de disponer de una barrera real contra SARS-CoV-2 y otros muchos patógenos de transmisión aérea como indicamos anteriormente, sino que debe ser elegido bajo los criterios correctos, por lo que ha seleccionado para sus equipos aquellos que realmente obtuvieron los resultados deseados. Así mismo hace hincapié en la importancia de su correcto mantenimiento que debe siempre ser realizado por personal especializado y correctamente equipado con EPIs ya que la radiación UV-C, si la exposición es suficiente, puede causar daños oculares, incluso ceguera así como daños cutáneos severos, no es un electrodoméstico para poder ser manejado por cualquiera y mucho menos para hacerlo trabajar, en depende que entornos, sin supervisión especializada y barreras que impidan su manipulación por personas que desconocen sus riesgos. La Unidad de Tratamiento de Aire y Purificación de KEYTER, AirSanit, cumple con los estándares expuestos, está libre de ozono, declara la potencia irradiada y su vida útil es de 16000 horas, cumpliendo con todos los criterios anteriormente indicados y posicionándose como una de las soluciones más completas y adaptadas del mercado.
Fig.3: AirSanit, tratamiento de aire y purificación

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