La metodología BIM consiste en utilizar modelos 3D que contienen más información que la gráfica suministrando además a los usuarios información sobre las propiedades de cada componente del proyecto. A través de los softwares necesarios la información de la instalación en el proyecto se combina de modo que se puede disponer de un modelo virtual del edificio sobre el que podrán trabajar las partes implicadas tanto en el proyecto como en la ejecución de la obra. De esta forma se busca poner a disposición de los usuarios toda la información necesaria para implementar el proyecto y su interacción con el resto de los componentes pudiendo revelar la evolución del proyecto con antelación, reduciendo los riesgos de retraso, aumentando la calidad de la ejecución y optimizando plazos y costes.